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Louann Brizendine

Louann Brizendine (n. 30 de diciembre, 1952) es una científica americana neuropsiquiatra, que es a la vez investigadora y clínica.

Se graduó en Neurobiología por la Universidad de Berkeley, asistió a la Escuela de Medicina de Yale y cursó estudios de psiquiatría en la Escuela de Medicina de Harvard. Es especialista en psiquiatría y neurología. Se incorporó a la Universidad de California, San Francisco Medical Center en el Instituto Psiquiátrico Langley Porter en 1988 y en la actualidad tiene la cátedra Lynne y Marc Benioff de psiquiatría. En la UCSF Brizendine se dedica a la práctica clínica, la enseñanza y la investigación.

Brizendine también imparte cursos a estudiantes de medicina, residentes y otros médicos en todo el país sobre neurobiología de las hormonas, trastornos del estado de ánimo, problemas de ansiedad y cambios en el interés sexual debido a las hormonas.

Libros:

–         El cerebro femenino. 2006, 2007.

–         El cerebro masculino. 2010.

Un comentario en “Autora

  1. Begoña UGARRIZA MAULEON

    He copiado un artículo que aparece hoy en el correo por si os puede interesar
    El cerebro también tiene sexo
    La ciencia demuestra que las conexiones neuronales son más complejas en la mujer y mejor dotadas para la reflexión y la intuición
    04.12.13 – 01:38 – FERMÍN APEZTEGUIA | BILBAO.

    Un grupo científico de Pensilvania (EE UU) ha demostrado por qué, como dice el famoso libro de autoayuda, los hombres no escuchan y las mujeres no saben leer los mapas. La investigación realizada con más de mil personas sometidas a pruebas de resonancia magnética ha revelado que las conexiones neuronales del sistema nervioso central son, como se creía, completamente distintas en ambos sexos y que en la población femenina resultan mucho más abundantes y enriquecedoras que en la masculina. Curiosamente, las diferencias entre las máquinas del pensamiento de unos y de otras aparecen en la adolescencia. Hasta los trece años, el cerebro de niños y niñas trabaja con los mismos esquemas de razonamiento.
    A partir de esa edad, las cosas cambian. La imagen que acompaña a esta información resulta reveladora y resume el contenido de la investigación realizada por el Departamento de Radiología de la Universidad de Pensilvania. Los científicos querían saber cómo se conectaban las células del cerebro, que son las neuronas, en un grupo de 949 chicos y chicas con edades comprendidas entre 8 y 22 años. Ahí lo tienen. Las conexiones en azul son las que discurren sólo por uno de los dos hemisferios. En rojo se han pintado las que comunican las diferentes partes del principal órgano del sistema nervioso central. Como se observa a simple vista, el cerebro del hombre está lleno de conexiones azules, mientras que el de la mujer es fundamentalmente rojo.
    «Una visión única»
    Los varones, según revela el ‘mapa’ de las conexiones neuronales publicado en la revista PNAS (Actas de la Academia Nacional de Ciencias), de Estados Unidos, están mejor diseñados para las actividades que tienen que ver con la coordinación y la percepción, mientras que las mujeres cuentan con una habilidad innata para el razonamiento analítico, el procesamiento de la información y la intuición. En definitiva, que ellos se orientan mejor y ellas tienen más memoria y cordura. «Ésta es una visión única de las diferencias entre sexos a través de la conectividad del cerebro», destacan en su artículo los autores del trabajo.
    Sus conclusiones coinciden con las que extrajo otro grupo de investigación de Harvard en 2001, aunque por un camino distinto. Según aquella investigación, el ‘disco duro’ de los varones está programado para que tengan una mejor concepción del espacio y afronten con mayor éxito desafíos como la lucha, mientras que el de la mujer está muchísimo mejor preparado para la resolución de problemas, el planeamiento y la toma de decisiones. «Nuestros resultados apoyan la teoría de que el comportamiento tiene un sistrato neuronal y nuestro estudio podría mejorar su comprensión», añaden los responsables del trabajo conocido ayer.
    Las diferencias en los cerebros de los niños y niñas, según esta nueva investigación, son mínimas, prácticamente imperceptibles, hasta los 14 años, que es cuando se comienzan a diferenciar. Los años de la adolescencia parecen ser definitivos, porque en la evolución cerebral vuelve a darse otro salto hacia la diferenciación definitiva a partir de los 17.
    No es éste el primer trabajo sobre las diferencias del cerebro del hombre y la mujer, aunque sí aporta novedades en torno a la actividad neuronal. Desde hace años se sabe que el de un adulto pesa de uno a dos kilos, y de 100 a 150 gramos menos en la mujer. La actividad cerebral, en cambio, es mucho mayor en ellas.

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