918 de junio de 2014
Novena sesión:
– Comentario del libro “El cuento de la criada”, de Margaret Atwood
– Despedida del curso
El título de la novela está inspirado en uno de los relatos más conocidos de los Cuentos de Canterbury (The Canterbury Tales) de Geoffrey Chaucer.
El cuento de la criada nos introduce en un mundo gobernado por el cristianismo; en realidad, por una dictadura teocrático-militar que asume el control de los Estados Unidos y lo renombra República de Gilead (Republic of Gilead). La llegada al poder de este grupo no es paulatina. Margaret Atwood, recordemos, en 1985, imagina un complot por el cual los poderes económicos organizan una sucesión de atentados que luego serán endilgados a extremistas islámicos. Durante estos ataques muere el presidente y la mayoría de los miembros del congreso.
Del caos que sucede a estos acontecimientos surge un movimiento llamado: Hijos de Jacob (Sons of Jacob). Son ellos quienes inician una especie de anti-revolución y suspenden la constitución bajo el pretexto de restaurar el orden institucional.
Ya en posesión del control absoluto del país, los Hijos de Jacob comienzan a manifestar sus verdaderas intenciones. Todos los derechos sociales son suspendidos, y en algunos casos abolidos abiertamente. Las mujeres sufren una especie de confiscación de sus bienes. Todas las cuentas bancarias a nombre de una mujer pasan a manos del estado. El dinero en efectivo es retirado de las calles y es reemplazado por una especie de tarjeta global sin la cual es imposible comprar comida.
A través del miedo y el engaño el nuevo gobierno consolida su poder y comienza a reorganizar la sociedad civil, ahora bajo el control de un estado militarizado y ultracristiano que observa a rajatabla las bases morales y éticas del Antiguo Testamento. Para dar una idea del alcance que Margaret Atwood ha imaginado para su mundo de pesadilla basta decir que las mujeres de la República de Gilead tienen prohibido leer.
El cuento de la criada detalla cómo esta sociedad se encuentra segregada en categorías, y como cada una de ellas debe vestir de forma acorde a sus funciones sociales. Naturalmente, las minorías se llevan la peor parte. Por ejemplo, los afroamericanos, el grupo étnico de no blancos más prolífico de esta sociedad futurista, son llamados Hijos de Ham (Children of Ham), en clara alusión a los hamitas, pueblo que supuestamente desciende de un hijo de Ham. Todos los afroamericanos son «relocalizados» masivamente en África. Al pueblo hebreo, en cambio, se les ofrece la posibilidad de convertirse al cristianismo o bien emigrar a Israel.
Los derechos de género están claramente repartidos, aunque de forma desigual. El estatus social de la mujer, por ejemplo, es acorde a su capacidad de reproducción; es decir, a la cantidad de hijos que puede «producir» para el estado. Se las considera intelectual y emocionalmente inferiores al hombre.
Todos los hombres visten atuendos militares, cuando efectivamente lo son, y paramilitares, cuando se trata de ciudadanos comunes. En un claro homenaje a la novela de Aldous Huxley, Un mundo feliz (Brave New World), los colores de la ropa definen el estatus social de cada individuo.
Antes de terminar este análisis de El cuento de la criada sería interesante repasar superficialmente las categorías sociales que segregan esta estremecedora distopía de Margaret Atwood.
La clase gobernante es conocida como los Comandantes de los fieles (Commanders of the Faithful). A causa de su posición dominante, todos ellos están obligados a establecer ciertos feudos patriarcales. Todos los Comandantes tienen el deber de procrear, un asunto complicado en un mundo donde prácticamente todos estuvieron expuestos a agentes biológicos nocivos. Todos ellos visten de prolijo negro.
Luego tenemos a los Ojos (Eyes), la policía secreta del estado. Son los encargados de encontrar y reprimir los esporádicos focos de rebelión en el pueblo.
Los Ángeles (Angels) son soldados cuya función consiste en reprimir al pueblo y expandir las fronteras.
Los Guardianes de la fe (Guardians of the Faith), también son militares aunque se encargan de controlar el estado general del pueblo en lo referente a su fe, en este caso, como ya se ha dicho, un cristianismo ultraconservador.
Ahora bien, las mujeres también están segregadas en segmentos sociales.
Las Esposas (Wives) están en la cima del nivel social permitido a las mujeres. Son las esposas de funcionarios de alto rango. Llevan vestidos azules en honor a la Virgen María. Si el marido fallece, se las clasifica como Viudas (Widows), y pierden cualquier tipo de beneficio que hayan ganado con anterioridad.
Las Hijas (Daughters) engloban a todas las mujeres jóvenes, hijas naturales, adoptadas o expropiadas, de las clases dominantes. Visten de perfecto blanco hasta llegar al matrimonio.
Las Martas (Marthas) conforman una red de ancianas infértiles que cumplen labores domésticas. Visten de verde, y su nombre está inspirado en la historia recogida en Lucas 10:38–42, donde Jesús visita a María, hermana de Lázaro y Marta; menos preocupada por las palabras del Señor que ocupada en los quehaceres de la casa.
Luego tenemos a las Econoesposas (Econowives); mujeres que han contraído matrimonio con hombres de bajo rango, es decir, con cualquiera que no pertenezca a la elite dominante. Debido a la multiplicidad de ocupaciones que realizan visten una combinación de rojo, azul y verde.
Las Tías (Aunts) son las encargadas de realizar el trabajo sucio de los hombres, o sea, monitorear el comportamiento de todas las mujeres. A ellas se les permite leer y escribir.
Las No-Mujeres (Unwomen) conforman una mayoría de damas estériles, pero también de ancianas, viudas, feministas, lesbianas, monjas, disidentes, en definitiva, todas las mujeres incapaces de integrarse a los engranajes sociales instaurados.
Las Jezabeles (Jezebels) son las prostitutas oficiales del estado. Curiosamente a ellas se les permite vestir públicamente uniformes escolares, uniformes de porristas, y en general cualquier atuendo que asociado a las fantasías masculinas.
Finalmente tenemos a las Criadas, o Esclavas (Handmaids), que dan título a la novela. Todas ellas son mujeres jóvenes y fértiles cuya función consiste en parir hijos para las Esposas estériles. Visten de rojo, y su función es justificada por la historia del Antiguo Testamento donde Jacob entrena a un grupo de mujeres jóvenes para ofrecer su fertilidad a damas encumbradas y ya incapaces de concebir.
Es una de estas Criadas quien nos introduce en este universo social de locura y segregación, posiblemente una de las realidades distópicas más aterradoras de la segunda mitad del siglo XX.
Hola guapas ¿cómo estáis?
Ya falta poco para la última sesión del curso (una semanita) y os quiero poner un enlace a la reseña sobre la película basada en esta novela: http://www.filmaffinity.com/es/film234173.html
El miércoles la comentamos. Añado un pequeño homenaje a la gran Mafalda en su 50 aniversario
Besos
Hola a todas. En primer lugar eskerrik asko, Begoña, por la explicación sobre el libro. Ayuda y facilita su entendimiento. A mí me costó un poco coger el hilo. Interesante también el enlace. Es un relato tremendo que pone los pelos de punta pero con una base bastante real, eso creo. Está escrito de forma magistral aunque esto en el club no entre en valoración.
Me da mucha pena no poder asistir el miércoles a la última cita.
MAFALDA ES AUTÉNTICA, ÚNICA E INGENIOSA, no hay duda. Merece, no uno sino, muchos homenajes.
Os deseo a todas un buen verano estéis donde estéis y ojala que en septiembre nos volvamos a ver para seguir compartiendo y aprendiendo. Ha sido un placer estar ahí, con vosotras, cada tercer miércoles.
Un abrazo
Rosa
Hola chicas:
He tenido problemas con el ordenador, así que os escribo con un poco de tardanza. Antes que nada, desde hace ya tiempo Arantza me mandó fotos del día de la “fiesta” y están colgadas en el apartado de la octava sesión, pero igual no os habíais dado cuenta. Ya veréis qué guapas estamos.
Tal y como había quedado, os pongo algo de bibliografía para el verano, obras escritas por mujeres (voy a procurar poneros escritoras de todo el mundo):
– Para las que os gusten las novelas policiacas, cualquiera de las suecas Camilla Läckberg o Asa Larsson, también la serie de Petra Delicado de Alicia Jiménez Bartlett o más cercana a nosotras, de Dolores Redondo “El guardián invisible”
– De Almudena Grandes: “El lector de Julio Verne”, “Los aires difíciles”, “El corazón helado”, “La tres bodas de Manolita”. De Elvira Lindo: “Lugares que no quiero compartir con nadie”
– De Lídia Jorge (portuguesa): “La costa de los murmullos”
– De Natalia Ginzburg (italiana): “Léxico familiar”, “Las pequeñas virtudes”, “Ensayos”
– El libro que comentó Bego, “Una mujer en Berlín” (anónima, pero su autora fue una mujer alemana)
– De Herta Müller (rumano-alemana, Premio Nobel de Literatura 2009 ): “Todo lo que tengo lo llevo conmigo”
– De Agota Kristof (húngara): “Claus y Lucas”
– De Ludmila Petrushévskaia (rusa, una de las autoras más leídas en Rusia): “Érase una vez una mujer que quería matar al bebé de su vecina”
– De Alice Munro (canadiense, Premio Nobel de Literatura 2013): “La vida de las mujeres”, “Mi vida querida”, “Demasiada felicidad”
– De Ángeles Mastretta (mexicana) : “La emoción de las cosas”, “Mujeres de ojos grandes”, “El cielo de los leones”
– Si os apetece algo de poesía, de Gioconda Belli (nicaragüense): “En la avanzada juventud”
– De Mariama Bâ (senegalesa): “Mi carta más larga”
– De mujeres africanas de diferentes países “Las africanas cuentan” (Antología de Relatos)
– Acordaros que os puse también una breve bibliografía sobre mujeres musulmanas en el apartado correspondiente
Y en homenaje a la gran Ana María Matute, que hoy ha fallecido. “Olvidado rey Gudú , “Todos mis cuentos”
También son recomendables otros libros de las autoras que hemos leído este curso: Dulce Chacón, Fátima Mernissi, Margaret Atwood…
¡QUÉ PASÉIS UN BUEN VERANO! UN FUERTE ABRAZO A TODAS